sábado, 19 de noviembre de 2016
miércoles, 16 de noviembre de 2016
lunes, 14 de noviembre de 2016
domingo, 13 de noviembre de 2016
sábado, 12 de noviembre de 2016
jueves, 10 de noviembre de 2016
domingo, 6 de noviembre de 2016
viernes, 4 de noviembre de 2016
jueves, 3 de noviembre de 2016
miércoles, 2 de noviembre de 2016
martes, 1 de noviembre de 2016
lunes, 31 de octubre de 2016
domingo, 30 de octubre de 2016
domingo, 23 de octubre de 2016
Si me adoras
En san Mateo capítulo 4 se nos narra la historia de las llamadas tentaciones de nuestro señor Jesucristo.
“A continuación lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todas las naciones del mundo con todas sus grandezas y maravillas. Y le dijo: "Te daré todo esto si te arrodillas y me adoras. Jesús le dijo: "Aléjate, Satanás, porque dice la Escritura: Adorarás al Señor tu Dios, y a El sólo servirás.” Mateo 4, 8ss
En el Antiguo Testamento se le promete al mesías el reinado sobre todo el mundo:
“Pues domina del uno al otro Mar, del Río hasta el confín de las tierras. Ante él se arrodillará su adversario, y el polvo morderán sus enemigos. Los reyes de Tarsis y de las islas le pagarán tributo; los reyes de Arabia y de Etiopía le harán llegar sus cuotas. Ante él se postrarán todos los reyes, y le servirán todas las naciones. Salmo 72 8-11
Jesús le contesta con otro texto de la escritura:
“A Yahveh tu Dios temerás, a él le servirás…” Deuteronomio 6,13
Jesucristo como Dios tenía pleno derecho a todo lo que satanás le estaba prometiendo, dejando en evidencia su mentira. Siempre tendremos presente que satanás es un mentiroso y padre de toda mentira. Por lo tanto ofrece lo que no le pertenece y promete lo que no puede cumplir. Las tentaciones que tenemos que librar hoy en día son muy similares, tendremos oferta de cosas a las que probablemente tendremos derecho o incluso podremos ser dueños, pero que tenemos que obtener al modo que Dios quiere. Adorar a satanás, también es aceptar sus métodos, sediendo a la tentación de pecar, en vez de hacer lo que Dios quie
domingo, 16 de octubre de 2016
No Tentarás
En san Mateo capítulo 4 se nos narra la historia de las llamadas tentaciones de nuestro señor Jesucristo.
“Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. Y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues la Escritura dice: Dios dará ordenes a sus ángeles y te llevarán en sus manos para que tus pies no tropiecen en piedra alguna. Jesús replicó: "Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios..” Mateo 4, 5ss
Leemos como satanás usa la Escritura para tentar a Jesús citando de manera tergiversada el Salmo 90, 11s. A lo que nuestro Señor responde, citando la Escritura en Deuteronomio 6, 16.
En Jerusalén, estaba el templo donde Dios residía. Cristo es llevado a uno de los ángulos de los pórticos que se levantaban sobre el torrente de Cedrón a unos 180 metros de altura. Existía la creencia de que el mesías iba a parecer de manera repentina y espectacular en el templo para anunciar la liberación del pueblo de Israel. Satanás le estaba ofreciendo un camino de comodidad en vez de la mortificación, de los milagros espectaculares en vez de una vida esforzada, de la dominación política del universo en vez de un reino espiritual.
El diablo nos propone un camino similar para que logremos nuestro objetivos sin esforzarnos. Cada vez que optamos por vivir fuera de la normas de Dios lo estamos tentado, porque pretendemos saber más que Él. Dios nos amas mucho más de lo que podemos imaginar y el sabe lo que nos conviene, pero el Diablo nos invitará a tomar caminos que parecen más fáciles pero que en verdad llevan al despeñadero.
sábado, 17 de septiembre de 2016
Solo de pan
En san Mateo se nos narra las tentaciones de nuestro señor Jesucristo.
“…después de estar sin comer cuarenta días y cuarenta noches, al final sintió hambre. Entonces se le acercó el tentador y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan. Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Mateo 4, 2ss
Jesús responde a la propuesta del demonio citando la escritura en el texto tomado del Deuteronomio 8, 3. También nosotros necesitamos de la palabra que sale de la boca de Dios. Nuestro ser tiene dos elementos que componen una misma unidad ya que somos seres corporales con alma espiritual en unidad de persona. Por lo tanto necesitamos pan material pero también el pan espiritual qué es el que en muchas ocasiones estamos descuidando. El diablo le presenta Jesús la necesidad de saciar su necesidad inmediata a costa de suprimir o incluso ignorar su realidad espiritual. Esta es la tentación a la que estamos sometidos hoy en día que no percibimos nuestra realidad espiritual y sólo vemos la posibilidad de satisfacer nuestras necesidades más inmediatas. La frase no sólo de pan vive el hombre es un llamado de atención a esa visión meramente material de nuestra existencia, que nos lleva a convertirnos en seres egoístas y vacíos. Nuestro ser está hambriento de la Palabra que sale de la boca de Dios, pero tratamos de callar esa hambre con el pan material. Busquemos alimentarnos de la Palabra que sale de la boca del Señor, para que tengamos una nutrición completa balanceada, tanto material como espiritual, que nos dará plenitud de vida.
domingo, 11 de septiembre de 2016
El Buen Pastor
El Señor nos propone la alegoría del buen pastor. El termino alegoría lo encontramos en la Biblia cuando san Pablo en Gálatas 4,24 nos dice: “Hay en ello una alegoría: estas mujeres representan dos alianzas; la primera, la del monte Sinaí, madre de los esclavos, es Agar,”
San Pablo nos compara a dos mujeres Sara y Agar y nos plantea que esa situación que todos conocemos en la que ambas mujeres le dieron hijos a Abraham nos presenta una verdad más profunda. Porque cada mujer en realidad representa una de las dos alianzas; Sara la Nueva y Agar la Antigua y a partir de allí el apóstol de los gentiles nos desarrolla toda una enseñanza.
La alegoría del buen pastor podemos apreciar como Jesús se nos presenta como el pastor que es dueños de las ovejas y no un asalariado. En Israel, en tiempos de Jesús, era común que una persona podría tener ovejas con el propósito de obtener de ellas lana y leche. Esto significaba que no eran usadas como una fuente de carne y por lo tanto no eran sacrificadas. El pastor establecía una relación muy estrecha con sus ovejas ya que convivían con ella por años, a tal punto, que llegaba a conocer a cada uno de ella y les ponía un nombre para identificarlas. El pastor conocía a sus ovejas y las ovejas también llegaban a conocer la voz del pastor. Además, estas ovejas representaban para el pastor su patrimonio, una fuente de sustento y la herencia que le pensaba ofrecer a sus descendientes. Por todas estas razones no era raro que el pastor y dueño de las ovejas estaría dispuesta a arriesgarse y hasta dar la vida por salvar su ovejas.
viernes, 2 de septiembre de 2016
Manifesto su amor
Algunos estudios nos revelan que se están disparando los casos de depresión, enfermedad en la que las personas se sumergen en una tristeza profunda. Esto posiblemente se debe al desconocimiento de nuestra fe y perder de vista un aspecto importante de ella. Jesucristo se manifestó en medio de nosotros precisamente para que conociéramos el amor de Dios. La Biblia nos dice con toda claridad:
“En esto se manifestó entre nosotros el amor de Dios; en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de él.” 1Juan 4,9
“Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.” Juan 3, 16
Esta tristeza que muchas veces surge en esta época se debe a que se ha popularizado el concepto de que la felicidad se fundamenta en los bienes materiales. Aunque son necesarios no son el fundamento de nuestro bienestar sino, el encuentro personal con nuestro señor Jesucristo. Es decir, que una persona en soledad y en un profundo silencio puede vivir la plenitud de la vida. Pero la imagen comercial de la felicidad es una mesa llena de comida, con muchos cosas para disfrutar en un cuadro familiar completo y feliz. Muchos de nosotros suspiramos ante ese cuadro y hasta lo anhelamos sin pensar que muchos quedan fuera del mismo. ¿Qué pasa con todos aquellos que viven solos o en familias rotas o no cuentas con los recursos? Entonces ¿para ellos no hay vida?
Descubramos que la Vida es Jesús y solo en Él encontramos plenitud. Solo a la luz de la oración se nos caerán las escamas que no nos deja ver esta hermosa Verdad.
domingo, 28 de agosto de 2016
Celibato
Jesús en el Evangelio de San Mateo nos habla del celibato por el Reino de Dios. Es Jesús quien les da sentido y les concede la gracia indispensable para vivirlo conforme a su voluntad: “Pero él les dijo: ‘No todos entienden este lenguaje, sino aquellos a quienes se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así del seno materno, y hay eunucos que fueron hechos tales por los hombres, y hay eunucos que se hicieron tales a sí mismos por el Reino de los Cielos." (Mateo 19, 11s) En el texto, Jesús desarrolla una enseñanza alrededor del celibato, cuando nos habla de eunucos, pero ¿Qué son los eunucos? Los eunucos eran personas a los que extirpaban o inutilizaban los órganos genitales. Dicho de otro modo personas que no podían tener relaciones sexuales debido a este impedimento físico. Entonces el Señor aclara que hay personas que se hace así mismo eunucos por el Reino. Es decir que tomaron la opción de privarse de la vida conyugal por amor al Reino de los Cielos; este es el celibato. La Escritura nos muestra las dos vocaciones y ninguna excluye a la otra, son parte de un mismo cuerpo que es la Iglesia. Como nos dice la Biblia: “Por tanto, el que se casa con su novia, obra bien. Y el que no se casa, obra mejor…” (1Corintios 7, 38) Entonces ¿porque el sacerdote no se casa? ¿Acaso no podría servir a Dios estando casado? Por supuesto que sí. Pero la Palabra de Dios nos da las razones porque es mejor para el siervo de Dios estar célibe: “Yo os quisiera libres de preocupaciones. El no casado se preocupa de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor. (1Corintios 7, 32)
domingo, 21 de agosto de 2016
El que es fiel en lo poco…
La frase bíblica que usamos como títulos dice así: “El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho; el que es deshonesto en lo poco, es deshonesto en lo mucho” (Lucas 16, 10) Con esta enseñanza del Maestro queremos iniciar esta reflexión sobre nuestro comportamiento en la vida diaria. Es muy común, que algunos católicos comprometidos con su Iglesia, olvidamos esta enseñanza del Maestro. Vivimos el día a día descuidando los deberes de la vida ordinaria, comportándonos como uno más del mundo.
Se cuenta la historia de una señora que viaja muy aprisa en su automóvil. Se le veía muy enojada con los demás conductores, les hacía gesto con la cara y las manos y además conducía de forma muy agresiva. De repente un policía la detuvo, la obligó a salir de la carretera y le pidió la licencia y los papeles del auto. La señora muy sorprendida le preguntó porque la detuvo y el policía le respondió: “Bueno señora al ver su comportamiento en la calle y además observar que el vehículo que conduce tiene una calcomanía que dice: Jesús es mi Señor, otra con el símbolo del pez y finalmente una que tiene la imagen de la Virgen de Guadalupe, pensé que ese vehículo no le pertenecía y que podía ser robado.”
Debemos esforzarnos al máximo para que cada actividad que realizamos tales como conducir un auto, realizar nuestro trabajo profesional, ayudar a nuestro hijos con sus tareas, las realicemos consciente de que son medios para hacer brillar la luz de Cristo en medio de los hombres. Cada vez que cumplimos con nuestro deber con perfección estamos alabando a Dios y contribuyendo a que nuestros hermanos lo alaben también.
jueves, 18 de agosto de 2016
Humildad
Para alcanzar un sano equilibrio en nuestro desarrollo personal es indispensable vivir la virtud de la humildad. Por medio de la humildad logramos reconocer nuestras fortalezas y debilidades, sin vanagloriarnos de ellas. La soberbia es el vicio contrario a la humildad y tiene diversas manifestaciones, pero en esencia consiste en una distorsión de la realidad de sí mismo. No sólo se es soberbio cuando nos gloriamos de nuestras habilidades sino también cuando lo hacemos de nuestra incapacidad. La persona humilde aprende a ver con naturalidad su realidad, que lo lleva a un conocimiento personal profundo. El humilde no es aquel que se conforma con el estado actual de las cosas, sino el que trata de ser sincero consigo mismo buscando su verdadera identidad, para que partir de ahí, buscar la mejora continua. La soberbia es la madre de la mediocridad porque aquel que considera que está muy por encima del nivel que se encuentra, normalmente establece una fachada para ocultar su impotencia. La Biblia lo describe de la siguiente manera: “La soberbia de un hombre lo humillará, el humilde conservará su honor.” Proverbios 29, 23. La Escritura nos invita a ser muy prudente a este respecto: “¿qué tienes que no hayas recibido de Dios? Y si lo has recibido ¿porque te glorías como si no lo hubieras recibido? 1Corintios 4,7. Jesús es el Mesías humilde, en total dependencia de su Padre que vive plenamente esta virtud y nos enseña: “Tomad sobre ustedes mi yugo, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaran descanso para sus almas.” Mateo 11, 29. Para crecer en la humildad necesitamos la oración y meditación. Por este el camino fue que tantos santos buscaron imitar la humildad de Jesús.
miércoles, 22 de junio de 2016
martes, 21 de junio de 2016
Orden y Disciplina
En la enciclopedia digita Wikipedia encontré una definición de disciplina que me gusto: “en su forma más simple es la coordinación de actitudes, con las cuales se instruye para desarrollar habilidades, o para seguir un determinado código de conducta u orden." En nuestra vida hemos tenido en diversas ocasiones que aplicar disciplina para lograr algún objetivo. Es sabido que cada vez que hemos alcanzado nuestras metas es porque hemos aprendido a poner en orden nuestras actitudes frente al reto que tenemos que cumplir. Desde la más sencilla, hasta la más compleja, todas nuestras metas requirieron aprender a discernir qué era lo importante y qué cosas debimos prescindir para lograr nuestro objetivo. Podemos compararnos con los deportistas, que no pueden alcanzar la victoria sino es a través de mucho esfuerzo y privaciones. San Pablo en una de sus cartas también nos hace esa comparación con respecto a nuestra relación con Dios. “¿No saben que en las carreras del estadio todos corren, más uno solo recibe el premio? ¡Corran de manera que lo consigan! Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.” 1Corintios 9, 24s San Pablo nos llama la atención del deportista que es capaz de privarse de cosas innecesarias, en fusión de una corona corruptible. Cuanto más deberíamos nosotros esforzarnos y privados de cualquier cosa, por algo más grande, que es nuestra felicidad en esta tierra y además la Vida Eterna. Para lograrlo debemos aplicar a nuestra vida orden y disciplina y no dejar que nuestros caprichos nos dominen. Tomemos en serio nuestra relación con Dios y obtendremos el ciento por uno en esta vida y además al final la Vida Eterna.
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