En san Mateo capítulo 4 se nos narra la historia de las llamadas tentaciones de nuestro señor Jesucristo.
“Después el diablo lo llevó a la Ciudad Santa y lo puso en la parte más alta de la muralla del Templo. Y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, pues la Escritura dice: Dios dará ordenes a sus ángeles y te llevarán en sus manos para que tus pies no tropiecen en piedra alguna. Jesús replicó: "Dice también la Escritura: No tentarás al Señor tu Dios..” Mateo 4, 5ss
Leemos como satanás usa la Escritura para tentar a Jesús citando de manera tergiversada el Salmo 90, 11s. A lo que nuestro Señor responde, citando la Escritura en Deuteronomio 6, 16.
En Jerusalén, estaba el templo donde Dios residía. Cristo es llevado a uno de los ángulos de los pórticos que se levantaban sobre el torrente de Cedrón a unos 180 metros de altura. Existía la creencia de que el mesías iba a parecer de manera repentina y espectacular en el templo para anunciar la liberación del pueblo de Israel. Satanás le estaba ofreciendo un camino de comodidad en vez de la mortificación, de los milagros espectaculares en vez de una vida esforzada, de la dominación política del universo en vez de un reino espiritual.
El diablo nos propone un camino similar para que logremos nuestro objetivos sin esforzarnos. Cada vez que optamos por vivir fuera de la normas de Dios lo estamos tentado, porque pretendemos saber más que Él. Dios nos amas mucho más de lo que podemos imaginar y el sabe lo que nos conviene, pero el Diablo nos invitará a tomar caminos que parecen más fáciles pero que en verdad llevan al despeñadero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario